WOOD UP se trata de nuestro proyecto final de carrera, el cual nace con el objetivo de dar respuesta al crecimiento demográfico van a experimentar las ciudades del futuro, replanteándonos las formas tradicionales de habitar en altura. Para ello emplearemos la madera como elemento estructural, ya que se trata de un agente reductor del impacto medioambiental, como alternativa para el desarrollo de las ciudades de una manera sostenible, abordando problemáticas del siglo XXI.
3 billones de personas en el mundo necesitarán nuevos hogares en los próximos 20 años.
En las últimas décadas se viene produciendo un éxodo rural a nivel mundial, donde las personas se mudan a las ciudades en busca de empleos y oportunidades. La acelerada urbanización del mañana, sobre todo en los países emergentes, conllevará a la necesidad de creación de nuevas viviendas en los próximos 20 años, para un 40% de la población. El Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU proyecta que el tamaño de las ciudades, situado entorno a un 50% en la actualidad, se elevará hasta un 80% para el año 2040.
¿Por qué seguimos construyendo con materiales del siglo pasado?
El entorno construido es responsable de más del 45% de las emisiones de carbono relacionadas con la energía a nivel mundial, superior incluso a ls emisiones producidas por la movilidad(33%), problemática ampliamente reconocida, por lo que debemos encontrar nuevas formas de diseñar y construir nuestras ciudades; las ciudades del futuro.
El desafío radica en que, al mudarnos a las ciudades, en la actualidad estas se construyen con dos materiales principalmente: el acero y el hormigón; de excelentes propiedades, pero son materiales del siglo pasado, con una alta demanda energética y grandes emisiones de gases de efecto invernadero durante su producción, responsables del 5% y 8% respectivamente de las emisiones globales. En total un 13% del CO2 liberado a la atmósfera proviene únicamente de estos dos materiales y, por desgracia, no se piensa en las construcciones cómo se debe.
El gran desafío para los arquitectos, significa que tenemos que empezar a pensar en nuevas formas de construir, que atiendan la confrontación de la necesidad de hogares y el cambio climático (España - Agenda 2030).
La madera como alternativa constructiva sostenible.
La madera es el único material con el que se puede construir que crece con la energía del sol. Cuando un árbol nace en el bosque, libera oxígeno y a su vez, absorbe dióxido de carbono, siendo capaz de almacenar 1 tonelada de Co2 por cada metro cúbico de madera.
Un edificio tradicional de hormigón de 20 plantas emite 1200 toneladas de CO2 durante su proceso constructivo mientras que, el equivalente en madera sería capaz de capturar 3100 toneladas de CO2.
En este contexto es donde nace el proyecto WOOD UP. Un sistema estructural modular, diseñado íntegramente en madera, aplicado a edificaciones residenciales en altura, con el que dar respuesta al crecimiento de las ciudades. Desde nuestra perspectiva vemos necesario estandarizar las piezas, en base a elementos ya prefabricados, los cuales se pueden obtener de un catálogo de soluciones, buscando la máxima optimización como sucede en la industria del mueble.
El sistema WOOD UP parte con el objetivo de proponer un nuevo método estructural en el proceso de ideación de los arquitectos estableciéndose como una opción más dentro del campo de la arquitectura. Se trata de un sistema modular dentro de la economía circular, el cual es capaz de adaptarse a los cambios y necesidades de los usuarios. Abarca desde la creación del material, hasta la reutilización y el reciclaje final, desmarcándose del modelo tradicional de coger, usar y tirar, haciendo así un uso sostenible de los recursos.
Se ha ideado un sistema modular de fácil fabricación y transporte, creado a partir de un robot de 5 ejes controlado por control numérico, con una fresa diseñada específicamente para este proyecto como herramienta única.
Sin embargo, el mayor escollo a sortear es el rechazo de la población de la ciudad de Alicante hacia este material, debido a la tradición constructiva española. Sería necesario un proceso de desmitificar la madera.
Se ha ideado un sistema modular de fácil fabricación y transporte, creado a partir de un robot de 5 ejes controlado por control numérico, con una fresa diseñada específicamente para este proyecto como herramienta única.
Sin embargo, el mayor escollo a sortear es el rechazo de la población de la ciudad de Alicante hacia este material, debido a la tradición constructiva española. Sería necesario un proceso de desmitificar la madera.
Partimos de la premisa de eliminar el acero y el hormigón de la construcción. Para ello se ha ideado un sistema de unión en seco, sin necesidad de herrajes, el cual basa su funcionamiento piezas dentadas macho y hembra fijadas por gravedad y unos pequeños topes. Se ha tenido en cuenta en todo momento la facilidad para su colocación, simplificando los procesos al máximo, garantizando así una rápida y sencilla puesta en obra.
Hemos establecido una serie de criterios a la hora de idear el sistema de madera. Para ello establecemos una modulación que nos aportará versatilidad y adaptabilidad, ajustándose así a diferentes situaciones. Establecemos el juego como método de proyecto, donde se contempla la capacidad de cambio, abordándolo desde la técnica, con procesos optimizados al máximo, en busca de la simplicidad.
Una parte importante de las emisiones generadas en los desarrollos constructivos se derivan del proceso de transporte de los materiales a la obra. Por esta razón, es imprescindible evaluar el papel respecto a este ámbito en nuestro proyecto. Reducir las emisiones suele ir ligado a la optimización, por esta razón se han estudiado procesos de transporte perfeccionados, y nos hemos decantado por el embalaje plano.
Bajo esta premisa, el diseño de las piezas deberá contemplar el empaquetado mínimo para favorecer el transporte, así como minimizar el impacto de las debilidades que presenta sistema, resolviendo desde el propio diseño de los elementos.
Reducción de emisiones de dióxido de carbono del paquete plano respecto a otros sistemas de transporte:
Reducción de emisiones respecto al transporte volumétricoLa densidad de la madera (500 kg/m3 aprox.) hace que sea posible cargar la mayor parte del espacio permitido en camiones por la normativa, unos 72 m3, mientras que las hormigoneras, solo pueden llevar entre 6 y 9 m3 debido a su gran peso. Esto hace que el transporte de madera reduzca considerablemente las emisiones, tanto por capacidad de carga como por el número de camiones necesarios.
Prototipo escala 1:1 de la union viga-pilar del sistema estructural, fabricado a partir de un robot de 5 ejes controlado por corte por control numérico (CNC), para su testeo en el laboratorio. Realizado en madera laminada GL24H por la empresa Hertalla (Valencia).
Vivir y experimentar cosas juntos, compartir el uno con el otro, es realmente lo que crea recuerdos y felicidad.
Matthias Hollwich
Creemos que el co-living puede proporcionar nuevos modelos mejorados de habitabilidad en la vivienda en el futuro próximo, ayudando a la población a participar en comunidades e interactuar socialmente, además de, permanecer física y mentalmente activos. Los espacios comunitarios deben diseñarse pensando en todas las edades y creando comunidades significativas y de apoyo.
Para que funcione, en cada comunidad deben de existir diferencias entre lo compartido y lo privado, adaptando los usos a las necesidades de los usuarios, los cuales deben comprender que vivir de esta forma conlleva una serie de beneficios pero también de responsabilidades.
Se proponen espacios comunes, relacionados con aspectos sociales, de bienestar y servicios, situados en diferentes plantas, comunicando así diferentes áreas del edificio. Esta red que generan estos espacios públicos y las conexiones necesarias conforman la entidad del proyecto.
Se trata de espacios funcionales, donde el programa no queda cerrado, permitiendo la personalización de los mismos, adaptándose a las diferentes necesidades que vayan surgiendo dentro de la sociedad originada entre los residentes. Los usuarios pueden reunirse en cualquier lugar además de, aprovechar los módulos comunes para la realización de sus actividades profesionales diarias, ya sea en talleres o salas de reuniones privadas, facilitándoles el acceso a éstos mediante un sistema de reserva de los espacios y tablón de eventos de la comunidad.
Creemos que el co-living puede proporcionar nuevos modelos mejorados de habitabilidad en la vivienda en el futuro próximo, ayudando a la población a participar en comunidades e interactuar socialmente, además de, permanecer física y mentalmente activos. Los espacios comunitarios deben diseñarse pensando en todas las edades y creando comunidades significativas y de apoyo.
Para que funcione, en cada comunidad deben de existir diferencias entre lo compartido y lo privado, adaptando los usos a las necesidades de los usuarios, los cuales deben comprender que vivir de esta forma conlleva una serie de beneficios pero también de responsabilidades.
Se proponen espacios comunes, relacionados con aspectos sociales, de bienestar y servicios, situados en diferentes plantas, comunicando así diferentes áreas del edificio. Esta red que generan estos espacios públicos y las conexiones necesarias conforman la entidad del proyecto.
Se trata de espacios funcionales, donde el programa no queda cerrado, permitiendo la personalización de los mismos, adaptándose a las diferentes necesidades que vayan surgiendo dentro de la sociedad originada entre los residentes. Los usuarios pueden reunirse en cualquier lugar además de, aprovechar los módulos comunes para la realización de sus actividades profesionales diarias, ya sea en talleres o salas de reuniones privadas, facilitándoles el acceso a éstos mediante un sistema de reserva de los espacios y tablón de eventos de la comunidad.
¿Por qué seguimos viviendo de la misma forma en la que se vivía hace 50 años? Preguntarnos cómo vivimos hoy en día, nos ayuda a entender que la sociedad, comparte más cosas y servicios que nunca y esto es debido al uso de Smart Things que, está haciendo mella en nuestra forma de habitar y de convivir con los demás.
Desliza para ver los módulos comúnes
El edificio en tus manos.
Vivir en comunidad es más que habitar el mismo espacio. La convivencia se trata de la afinidad de las personas y los espacios, por ello es importante generar conexiones tanto entre los usuarios como de los residentes con el propio edificio. Creemos imprescindible integrar las tecnologías actuales en el modelo residencial propuesto pues, la tecnología debe desempeñar un papel fundamental en este entramado complejo de agentes. Esto dotará de control sobre los espacios tanto comunes como privados y ayudará a organizar la vida dentro del edificio, favoreciendo la convivencia.
La utilización del sistema Wood Up debe concebirse en el proceso de ideación mental de cada arquitecto previo al diseño arquitectónico. Dicho sistema tiene que ser una opción más dentro del mercado de la estructuras con el fin de que los arquitectos comencemos a pensar en nuevos diseños de viviendas con este tipo de método.
El arquitecto es el encargado de idear cada espacio según los intereses del usuario. Dos personas pueden compartir profesión pero, pueden no compartir intereses o hobbies y viceversa, así pues, las viviendas serán un reflejo de la vida de cada habitante. Además, el sistema estructural ofrece la posibilidad de adaptación según las necesidades cambiantes de los usuarios.